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Artículos de opinión del secretario general de UPA Aragón

miércoles, 11 de abril de 2012

ROBOS, UNA LACRA QUE NO CESA

La posibilidad de sufrir un robo está presente en cualquier propiedad por mucho que nunca se haya sufrido un asalto. Los daños colaterales y trastornos pueden ser elevados.
En el sector agropecuario, los robos producen una merma económica nada despreciable, debido a dos tipos de daños:
Daños directos:
1)    El valor material de lo sustraído.
2)    Los daños colaterales y destrozos sufridos durante los robos.
Daños indirectos:
1)    El lucro cesante como consecuencia de la pérdida temporal de los elementos productivos (plazos de reposición, días sin generar ingresos, gastos extraordinarios para su reposición, etc.).
2)    Aumento de gastos
·        1. El aumento de las inversiones en Seguridad privada.
·        2. El aumento de las inversiones en elementos de defensa pasiva.
·        3. El sobrecosto logístico  (traslado de maquinaria a garajes, vaciado de depósitos de combustible, etc.).
·        4. El tiempo dedicado a vigilancia o al estudio de opciones de seguridad.
Por tanto, la merma económica ocasionada por los robos es muy superior al valor del material sustraído y además algunos robos ni siquiera se denuncian. Todo ello hace que estemos ante un problema de mayor magnitud de lo que algunos creen. Y sin contar con el trastorno psicológico, la angustia y la sensación de impotencia. Muchos de los robos pueden evitarse.
No existe ningún método de seguridad que garantice al 100% la seguridad. La seguridad es la superposición de medidas que todas ellas en su conjunto minimizan la probabilidad de sufrir un robo. No se puede confiar sólo en un sistema de alarma.
Es necesario tomarse el tema muy en serio, dedicarle el tiempo necesario, ser observador e informarse adecuadamente a la hora de tomar las medidas necesarias, invirtiendo en seguridad de manera eficiente y con un presupuesto adecuado al riesgo que se corre.
La inversión en seguridad debería ser suficiente en relación al objetivo a evitar, pero inferior al riesgo de sufrir un robo. Siempre que sea posible.
A la hora de evaluar la inversión económica en seguridad, es importante que tenga en cuenta que las horas que usted dedique a evitar los robos, por vigilancia, acarreo de material o herramienta para evitar que sea sustraída, y otros muchos gastos indirectos forman parte del costo de la Seguridad porque el tiempo es dinero.
Elementos de Seguridad Pasiva
Fundamentalmente las puertas y persianas de seguridad, los cerramientos y vallados, rejas o alambrados. Pueden suponer una inversión importante aunque se amortice a largo plazo, por lo que hay que evaluar su eficacia antes de instalarlas.
Cuanto más aislada y menos visible sea una propiedad, menos eficaces serán, ya que los ladrones tendrán más impunidad para poder romper las protecciones sin ser vistos por nadie.
Medidas Disuasorias
Nunca hay soluciones genéricas.
De bajo costo son los carteles de advertencia, las luces que se encienden con detectores al paso de un intruso, o las cámaras de videovigilancia falsas. Estas medidas aunque son económicas no suelen ser demasiado eficaces.
Consejos de Seguridad
Muchas de las acciones encaminadas a evitar robos, provienen del sentido común y todos las practicamos con frecuencia.
Establecer relaciones con los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del entorno, así como con los vecinos y demás colegas de profesión. Las medidas de seguridad tomadas en conjunto aumentan la efectividad de las medidas individuales.
Prestar atención a la parte exterior del local y cuidar que no haya marcas exteriores. Algunos delincuentes marcan los locales en el exterior y luego realizan butrones sobre los locales marcados.
No permitir que bajo ningún concepto personas extrañas accedan a las instalaciones a proteger. En la mayoría de los casos, los ladrones estudian no sólo los accesos, sino el interior de las instalaciones, para detectar el material de valor y las alarmas instaladas.
En algunas ocasiones los ladrones disparan las alarmas, bien fortuitamente durante la “inspección previa” al golpe, bien para comprobar si dicha alarma es atendida, o incluso para averiarla durante un tiempo. Por tanto en las fechas posteriores a cualquier disparo, aunque éste pueda parecer fortuito, debe de prestar especial atención.
Estar alerta a posibles robos cercanos a su propiedad, ya que es frecuente que estos robos se repitan incluso por parte de los mismos asaltantes.
Intentar en la medida de lo posible no actuar con pautas fijas en cuanto a horarios.
No dejar las llaves en zonas de fácil acceso. Cambiar la cerradura en caso de extravío. Cerrar la puerta con llave cuando se sale, porque será mucho más difícil de abrir por un delincuente.
En el diseño de la seguridad pasiva, no sólo piense en las puertas y accesos sino en la compartimentación de sus instalaciones, armarios, claraboyas, ventanas, chimeneas y escondites donde dejar el material o herramientas de más valor.
En caso de producirse un robo, no tocar nada, facilitar todos los datos posibles y por supuesto llamar a las fuerzas del orden y denunciarlo.
Es importante tener controlados e inventariados aperos, maquinaria, o cualquier objeto o herramienta susceptible de ser robada, con fotos, números de serie, etc.
Las alarmas son una de las medidas de defensa más eficaces. Algunos elementos disuasorios asociados a las alarmas, como las sirenas o los luminosos rotatorios, no están siempre permitidos debido a los trastornos que provocan en el vecindario los disparos fortuitos.
En zonas remotas estos elementos disuasorios pierden eficacia, ya que los ladrones pueden tener tiempo a neutralizarlos antes de que alguien detecte y denuncie la situación.
Es importante dedicar un tiempo para evaluar si es oportuno colocar una alarma, y en caso afirmativo, estudiar cuánto invertir y qué tipo de alarma responde mejor a nuestras necesidades. Es también interesante que piense en que las alarmas hay que mantenerlas y operarlas, y todo ello requiere dedicación y tiene un costo añadido.
Tampoco ofrecen una solución definitiva, algunas veces son burladas ya que son alarmas vistas, normalmente colocadas a la entrada, y conocidas por los delincuentes. Ahí está otra clave, cuanto más particularizada sea una alarma, más difícil será saltársela para los delincuentes.

Félix A. Roche Gómez
Director Comercial
SERENO

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