En momentos como éste, cuando nos
encontramos a las puertas de la entrada en vigor de una nueva PAC, no puedo
dejar de sentir cierta frustración, por no haber conseguido influir lo bastante
para mejorar la principal política de apoyo a los agricultores y ganaderos aragoneses.
Aunque también me pregunto a qué PAC nos estaríamos enfrentando ahora sin todo
el trabajo de presión, debate y negociación que hemos hecho y hacemos cada día
desde UPA Aragón con las administraciones que nos representan.
Debemos reconocerlo: esta PAC no
es para nosotros. Y con nosotros me refiero sobre todo a que no está diseñada
para apoyar a los verdaderos agricultores y ganaderos profesionales, que
vivimos y trabajamos en los pueblos de todo Aragón, que además de producir
alimentos de calidad, llenamos de vida el medio rural, cuidamos el medio
ambiente y el paisaje y creamos empleo en nuestras explotaciones.
La nueva PAC va a seguir
destinando ayudas a agricultores “de sofá” “caza primas”, que ni siquiera
tendrán que justificar una actividad agraria profesional para recibir
subvenciones. Nos encontramos con que, una vez más, debido a la inspiración
neoliberal de la Comisión Europea, a la incapacidad del Parlamento Europeo y al
inmovilismo de Ministerio de Agricultura y nuestra Comunidad Autónoma, la PAC
vuelve a ignorar a los verdaderos agricultores y ganaderos aragoneses.
Desde UPA Aragón hemos trabajado
muy duro en los últimos años para conseguir una PAC mejor, más adecuada a los
intereses de la agricultura familiar, que es la mayoritaria y la que merece y
necesita más apoyo. Hemos asistido a todos los foros, en todos los territorios
y a todos los niveles para que la voz del campo se escuche allí donde
finalmente se toman las decisiones.
Aún así, reconozco que esta PAC
no me gusta. No es la que hubiera querido para todos nuestros compañeros y
compañeras en Aragón. Pero también es cierto que sin todo el esfuerzo
realizado, sin todas las propuestas, debates, negociaciones, manifestaciones,
tractoradas y protestas de todo tipo que hemos llevado a cabo, ¿de qué PAC
estaríamos hablando ahora?
Tenemos claro que el Gobierno de
España y el Gobierno de Aragón han diseñado un modelo de reparto de los
recursos públicos europeos destinados al sector agrario que beneficia
claramente a un colectivo –el minoritario de terratenientes clásicos y nuevos
propietarios de tierras baldías– y perjudica a otro, el mayoritario que forman
los cientos de miles de verdaderos profesionales, hombres y mujeres, de la
agricultura y la ganadería.
Vamos a seguir exigiendo que las
ayudas se destinen a los agricultores activos, que no haya ningún sector sin
apoyos, que la ganadería tenga un trato justo y no se vea discriminada, que no haya
agravios entre provincias y comarcas y, en definitiva, que tengamos una PAC más
justa y eficaz.
Además esta nueva PAC no pone
nada de su parte para solucionar los que son nuestros más graves problemas: la
falta de precios justos para nuestros productos por los desequilibrios en la
cadena agroalimentaria, y la globalización de los mercados, que nos deja a
merced de crisis como la del veto ruso.
Por todo ello, y aunque nos tapen
la boca en los despachos, seguiremos haciéndonos oír en la calle. Porque
tenemos la fuerza de la razón y somos una organización responsable, consciente
de que nuestra acción sindical es decisiva para los cientos de miles de hombres
y mujeres del medio rural.
Ojalá las explotaciones agrícolas
y ganaderas aragonesas fueran lo suficientemente rentables como para no
necesitar ayudas públicas. Eso, a día de hoy, no es posible. Sin PAC no
podríamos sobrevivir con los precios que hoy percibimos por nuestros productos.
Las fuerzas políticas deben tener claro que si no se actúa decididamente para
apoyar al sector primario y solucionar nuestros problemas estructurales, esto
será muy difícil de conseguir.
José Manuel Roche Ramo
Secretario General UPA Aragón
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