La importancia e impacto de la agricultura en nuestras vidas no puede subestimarse. Alimenta y sostiene a los seres humanos y es vital tanto para la estabilidad y crecimiento de cualquier economía, como para la seguridad de cualquier país.
Como decía anteriormente, la agricultura es una fuente vital de vida, representa el 40% del Producto Interior Bruto (PIB), implica 5.000 millones de hectáreas de tierra cultivada en todo el mundo (1,5 para la agricultura y 3,4 para ganaderos y pastos); da puestos de trabajo a 1,3 mil millones de personas, lo que suma casi el 1/5 de la población mundial. La población rural es aproximadamente 3,4 mil millones de personas.
A pesar de la contundencia de estos datos y del crucial papel de la agricultura en la alimentación de la población mundial, en el desempleo, el PIB y el cambio climático, el sector agrícola carece de acciones coordinadas y de políticas de compromiso por parte de la clase política que favorezcan medidas que protejan al sector del impacto de eventos externos y fuerzas adversas, a los cuales es muy vulnerable.
Si comparamos la crisis que afecta al sector agrícola, la cual la estamos sufriendo desde hace décadas con la crisis que afecta al mercado financiero, se podría decir que las fluctuaciones de este último son altas, pero sin embargo de corta intensidad, mientras que en el sector agrícola las fluctuaciones son igual de altas, pero de intensidad más larga. Por lo que cada vez que el sector entra en crisis, necesita más tiempo para recuperarse y restablecerse de los daños causados.
Recientemente, los agricultores nos hemos tenido que enfrentar a tiempos muy difíciles por distintas razones, que van desde la oscilación de precios en los productos alimentarios a la especulación financiera en el mercado agroalimentario, pasando por la desaparición de los subsidios en muchas regiones del mundo. Los ingresos de los agricultores son los mas bajos del mundo, un 50% mas bajos que los del salario medio.
La sobre población es otro problema relevante que afecta al planeta, repercutiendo en la agricultura. Según la FAO se espera que aumente la demanda mundial de alimentos en un 70%, por lo menos, para el año 2050. Otro problema significativo es el aumento de la volatilidad de los mercados de productos alimentarios; y el cambio climático, que ha causado, entre otros, sequías e inundaciones, representa un desafío adicional para los agricultores, especialmente en los países en desarrollo.
En vista de encontrar soluciones a estos problemas y también apoyo para los agricultores y ganaderos, la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) se marca una serie de objetivos que van encaminados a aumentar la conciencia de la sociedad hacia estos problemas, involucrándose en el apoyo a la creación de políticas que favorezcan la mejora de las condiciones económicas y sociales en las que viven los agricultores y la población rural.
José Manuel Roche
Secretario General UPA Aragón
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