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Artículos de opinión del secretario general de UPA Aragón

lunes, 30 de julio de 2012

LA TORPEZA DEL HOMBRE BLANCO (I PARTE)

En el ya lejano año de 1870, finales del siglo XIX, en el sur de USA, cuando el caballo, junto con el ferrocarril a carbón, eran los medios de locomoción más preciados. El telégrafo el principal medio de comunicación entre los distintos pueblos. En una época en la que los hombres llevaban la pistola en la cintura y frases como ‘ten cuidado, forastero’ o ‘yo que tú no haría eso’ eran el lenguaje habitual de aquella época.

También eran tiempos en los que el ganado pastaba tranquilamente por grandes llanuras, los campos de algodón hacían del paisaje un cielo de nubes, los grandes maizales aseguraban alimentos y daban a este país una economía que años después le situaría como líder mundial.

Por aquel entonces también se veían unos personajes malolientes, con barba semanal que se dedicaban a buscar oro en los ríos, con el que por lo menos podían comprar el whisky con que emborracharse.

       Mientras todo parecía transcurrir con cierta normalidad, se estaba produciendo un hecho histórico. Por primera vez se sentaban hablar, los indios Apaches y el Gobierno americano.

Los representantes de los Apaches eran su gran jefe Mangas Coloradas, y su hechicero Jerónimo. Por el Gobierno americano, su representante era el general Gordon Granger. El motivo de la reunión, la gran sequía que estaba padeciendo el pueblo Apache en su reserva.

El hechicero Jerónimo, dijo a gran jefe blanco: “Si no llover pronto durante varias lunas en colinas altas, indio Apache pasar hambre, indio Apache morir. Con sequía morir ganado, morir caza, no haber pieles, secar río, no peces, secar bosque, morir caballo, la búfala no tener leche para niño Apache”.

Y gran jefe Apache Mangas coloradas decir a gran jefe blanco: “Pedir comida, pieles, pedir caballos, pedir maíz”. Gran jefe blanco dijo que había que esperar un poco, por que las lluvias llegarían, pero tenían su palabra de que si seguía la sequía, tendrían lo que necesitaba el pueblo Apache.

No llovió en muchas lunas ni en colinas altas ni en llanuras. El ganado se moría, la caza también, el bosque se secaba día a día, por los ríos dejó de oírse el torbellino del agua y la búfala no daba leche. El pueblo indio pasaba hambre y se moría poco a poco.

El general Gordon Granger no cumplió su palabra y ante estómagos vacíos, desesperación y promesas incumplidas, hubo desencadenamiento brutal. Comenzó una guerra entre indios y americanos. El resultado, más de 600 indios muertos entre ellos numerosas mujeres y niños, también más de 300 soldados americanos muertos.

QUE TORPEZA LA DE UN HOMBRE BLANCO.

                                                                          
                                                                             Enrique Arceiz
                                                                                      Responsable Ovino UPA Aragón

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