Nuestro objetivo para este año, es poner en marcha una campaña de movilización y concienciación social, para alertar sobre los riesgos cada vez más elevados que conlleva para todos el abandono progresivo de la agricultura y la ganadería como actividades estratégicas en Aragón, España y la Unión Europea.
UPA asume con esta campaña la responsabilidad que le corresponde. Somos la organización mayoritaria y representativa del colectivo de profesionales que conforma el tejido empresarial, económico, laboral y social del sector agrario.
Desde esa posición de liderazgo sindical y social afrontamos este reto, justo en el momento en que se fijan las reglas del juego político y presupuestario para la Política Agraria Común en el futuro más inmediato.
Los sindicatos, las organizaciones agrarias, somos una pieza básica en la estructura democrática de nuestra sociedad. Para defender derechos laborales y profesionales. Para canalizar las inquietudes sociales. Y para actuar como elementos dinamizadores de debates y alternativas de mejora. Trabajando en los centros de trabajo, en el campo, en la calle.
En nuestro ámbito, desde UPA insistimos una y otra vez en el carácter estratégico de la actividad de los hombres y mujeres que trabajan en la agricultura y la ganadería. Somos muy importantes y no sólo para nosotros mismos ni para nuestro entorno más inmediato. Somos muy importantes para el conjunto de la sociedad.
Y con este convencimiento afrontamos ahora una campaña de movilización planteando una pregunta muy básica: ¿Sabemos qué nos jugamos?
Un interrogante que invita a la reflexión, a pensar si de verdad somos conscientes de la trascendencia que tienen las decisiones políticas en el ámbito europeo, nacional y autonómico, la dejación de responsabilidad pública no garantizando el funcionamiento de mercados justos y transparentes, la falta de reconocimiento del papel de los productores y las productoras en el origen de la cadena de valor agroalimentaria.
Un interrogante que quiere llamar la atención sobre las consecuencias dramáticas para toda la sociedad que supone el abandono, el cierre de una explotación agrícola o ganadera porque se hace inevitable ante la falta de viabilidad, en muchos casos a pesar de las ayudas públicas, porque estas no son suficientes si los productos no tienen en los mercados el valor que merecen.
Desde UPA lanzamos esta inquietud a toda la sociedad abarcando los múltiples aspectos en los que resulta determinante la supervivencia de una agricultura y ganadería sostenibles y de progreso. Y alertando de lo que nos espera al otro lado de una realidad positiva si no actuamos a tiempo de forma colectivo. Un tiempo que cada vez es más escaso.
UPA asume con esta campaña la responsabilidad que le corresponde. Somos la organización mayoritaria y representativa del colectivo de profesionales que conforma el tejido empresarial, económico, laboral y social del sector agrario.
Desde esa posición de liderazgo sindical y social afrontamos este reto, justo en el momento en que se fijan las reglas del juego político y presupuestario para la Política Agraria Común en el futuro más inmediato.
Los sindicatos, las organizaciones agrarias, somos una pieza básica en la estructura democrática de nuestra sociedad. Para defender derechos laborales y profesionales. Para canalizar las inquietudes sociales. Y para actuar como elementos dinamizadores de debates y alternativas de mejora. Trabajando en los centros de trabajo, en el campo, en la calle.
En nuestro ámbito, desde UPA insistimos una y otra vez en el carácter estratégico de la actividad de los hombres y mujeres que trabajan en la agricultura y la ganadería. Somos muy importantes y no sólo para nosotros mismos ni para nuestro entorno más inmediato. Somos muy importantes para el conjunto de la sociedad.
Y con este convencimiento afrontamos ahora una campaña de movilización planteando una pregunta muy básica: ¿Sabemos qué nos jugamos?
Un interrogante que invita a la reflexión, a pensar si de verdad somos conscientes de la trascendencia que tienen las decisiones políticas en el ámbito europeo, nacional y autonómico, la dejación de responsabilidad pública no garantizando el funcionamiento de mercados justos y transparentes, la falta de reconocimiento del papel de los productores y las productoras en el origen de la cadena de valor agroalimentaria.
Un interrogante que quiere llamar la atención sobre las consecuencias dramáticas para toda la sociedad que supone el abandono, el cierre de una explotación agrícola o ganadera porque se hace inevitable ante la falta de viabilidad, en muchos casos a pesar de las ayudas públicas, porque estas no son suficientes si los productos no tienen en los mercados el valor que merecen.
Desde UPA lanzamos esta inquietud a toda la sociedad abarcando los múltiples aspectos en los que resulta determinante la supervivencia de una agricultura y ganadería sostenibles y de progreso. Y alertando de lo que nos espera al otro lado de una realidad positiva si no actuamos a tiempo de forma colectivo. Un tiempo que cada vez es más escaso.
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