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Artículos de opinión del secretario general de UPA Aragón

miércoles, 7 de marzo de 2012

Las Cinco Villas, ni del cielo ni del suelo.  
NOS SECAMOS.

Es un placer amigo Roche, prestarte mi ayuda en este tema tan lamentablemente de moda y actualidad, como es la grave sequía que estamos atravesando y que puede suponer una merma muy considerable en la rentabilidad de nuestras explotaciones, tanto agrícolas como ganaderas.

Solo tenemos que remontarnos a enero y diciembre pasados para comenzar un análisis detallado de la situación. Son los meses de invierno citados anteriormente la clave de la campaña agrícola y ganadera, con sus precipitaciones y nieves, tanto en la montaña como en el  llano. 

Pero el ya sabido cambio climático nos trajo unos meses de temperaturas poco normales por lo altas que fueron y una ausencia total de precipitaciones. Con este escenario inicial, sólo nos quedaba confiar en que febrero fuera generoso en climatología.

Se produjo el efecto contrario, siendo un mes con unas temperaturas excesivamente bajas y poco habituales en esta zona de Aragón. Como resultado final, nos encontramos en estos momentos en una situación de presente y futuro a corto y medio plazo muy delicada para afrontar esta campaña con siquiera la mínima de las garantías de poder acabar los cultivos.

Actualmente, la situación más preocupante la presentan los secanos del cereal, en los que  nos podemos encontrar que, sin precipitaciones en los próximos días, los podemos dar por perdidos.

Sin hacer una valoración, porque sería jugar a las adivinanzas, si podemos afirmar que están en una situación muy alarmante.

Las Cinco Villas altas: Sos, Castiliscar, Sofuentes, Luesia, Uncastillo, etc, caracterizadas por ser más frescas y de recursos invernales, lo están sufriendo de una manera muy notable y cada día que pasa se aprecian los campos más claros de sementeros y con una vista muy característica de lo  que es una verdadera sequía.

De una manera más grave lo están sufriendo los secanos del sur de la comarca: Ejea, Tauste, Sádaba o Biota, siendo zona de menos recursos de agua invernal.
En el capítulo del secano, aun lloviendo en pocos días, la situación será de una reducción muy importante en la cosecha y de alargarse un poco más la ausencia de precipitaciones, la podemos dar por perdida.

En el futuro a corto plazo se presenta la campaña de riegos como la peor que se puede recordar desde la llegada del canal, hace más de 50 años.
En estos momentos, los regantes de Bardenas disponemos de aproximadamente de 1200 metros cúbicos por hectárea o lo que equivale a un riego a manta.  La idea de iniciar la preparación de las tierras para cultivos de verano como el maíz, arroz, girasol es una verdadera aventura, por estar el embalse de Yesa a menos del 40 por cien de su capacidad. Otros cultivos ya implantados, como la alfalfa, se encuentran en la misma situación.

En este capítulo podemos asegurar que las pérdidas por falta de cosecha  por no poder sembrar o arriesgándose a no poder finalizar el cultivo por la falta de agua, pueden ser millonarias. Tenemos que recordar que la Comarca de Cinco Villas esta inmersa en un plan de modernización de regadíos que están acabados y no podrán rentabilizarse.

En lo que al apartado ganadero se refiere, hay que recordar que la ganadería extensiva de la comarca por excelencia es el ovino, con una cabaña aproximada de 250.000 cabezas, que depende exclusivamente de los pastos en el monte, que no existen por la sequía tan acusada, unida a las bajas temperaturas del mes de febrero y también de los pastos de restos de cosecha, que este año podemos intuir su ausencia por la falta del agua.

Esta situación deriva en la estabulación de los rebaños con el consiguiente aumento de costes que ello supone, aproximadamente triplicar los de cualquier explotación. También están las ganaderías intensivas con una gran presencia del porcino y del vacuno, a las que se les une el aumento de los precios de los cereales en los piensos y el no poder disponer del agua para los animales con la regularidad que se tenía, esperando que no lleguemos a tener restricciones de agua para los animales y para el consumo de boca.

El ánimo entre los agricultores y ganaderos es de pesimismo y de impotencia. .Esperamos que las administraciones públicas comprendan y entiendan nuestra situación.

También hay que destacar las pérdidas que se pueden originar en el círculo empresarial que rodea al sector agroganadero, transportes, talleres, comercio, cooperativas etc...
Como conclusión podemos decir que, aun mejorando la situación con lluvias  primaverales, el año agronómico 2012 puede ser recordado como el peor  de los últimos 60 años, similar a los años 1949 y 1956.

‘AL PASO QUE VAMOS TODO PA YERMO, OYE…’

Enrique Arceiz
Responsable Ovino UPA Aragón


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